domingo, 24 de octubre de 2010

Vox populi suprema lex est (La opinión del pueblo es la ley suprema)

La sociedad emite de manera permanente señales y mensajes inequívocos de su opinión y sentir sobre la propia vida social. Es la llamada “vox populi”, que se manifiesta de manera más o menos velada o más o menos elocuente.  Las ciencias sociales, especialmente la Sociología, han ido perfeccionando además instrumentos y métodos para hacer aflorar y evidenciar esas opiniones y estados de ánimo del conjunto de los ciudadanos; ese es el objeto de las encuestas.
 Es por lo tanto obligación de todo responsable político democrático el permanecer siempre atento a esas señales y opiniones y actuar en consecuencia. El Presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, percibió el mensaje de la sociedad, entendió lo que la “vox populi” y las encuestas decían sobre la trayectoria y ruta que seguía el Partido Socialista  y el Presidente de España, Rodríguez Zapatero, y así lo comentó en voz alta con toda responsabilidad, señalando la necesidad de un cambio en los objetivos y en las personas .
Rodríguez Zapatero también estaba atento y supo oír la opinión de la sociedad y nos sorprendió con un inmediato y profundo cambio de gobierno, que expresaba la seriedad y responsabilidad con la que se propone afrontar su tarea: reducción de ministerios, cambio de calado en la  vicepresidencia, nuevos ministros de elevado perfil político y de contrastada experiencia, cambio en la dirección del propio Partido Socialista.  Por cierto, que la semana anterior la había cerrado con un importante éxito de gobierno: el acuerdo con los nacionalistas vascos y canarios le garantiza los apoyos parlamentarios necesarios para continuar y acabar la Legislatura. Es decir, Zapatero se movía y se movía muy bien en la dirección adecuada y en consecuencia se valoraba de forma general como muy acertada la opinión cualificada expresada por el Presidente Barreda.
Y mientras tanto, ¿qué hacía Rajoy, por tercera  vez ya candidato del Partido Popular a otra posible derrota? Pues lo que viene haciendo desde hace dos años, ahora además por prescripción de su gurú para las elecciones, Pedro Arriola. Remito a la entrada al respecto en este mismo blog, hace unos cuantos días "Por sus hechos les conoceréis".  Rajoy se metió en la cama esperando el deceso político de Zapatero y ahí estaba, tal vez con el toque personal y despectivo del puro, cuando Zapatero escuchó al pueblo y habló.  Rajoy, probablemente el líder más vago y menos explícito de cuantos hemos conocido en democracia (sabemos ahora que el dictador también lo era y que la lamparilla encendida en su mesita era una falsa señal de lo contrario), pretende llegar a la Moncloa sin mérito ni programa conocido y sin haber arrimado el hombro en los momentos difíciles que vivimos ni adquirido compromiso alguno más allá de generalidades y abstracciones de perogrullo; sólo quiere emerger sobre el fracaso del adversario. Es lo mismo que hace Cospedal en Castilla-La Mancha, en donde está poco tiempo, nunca en los momentos importantes ni en los lugares precisos e intelectualmente cargada sólo de obviedades elementales.

Zapatero le ganó la partida a un indolente adversario. Zapatero escuchó las voces amigas y escuchó al pueblo; cogió fuerzas y orientó mejor el esfuerzo.  La cama no es un mal “prao”, dice un buen amigo mío de la montaña palentina, sobre todo si quieres que el adversario te gane la partida, digo yo. Despertados a la fuerza de la siesta, los pregoneros del Partido Popular sonaron pronto las trompetas con poca felicidad en el rostro; dijeron en público lo contrario de lo que opinaban en privado (otra vez las dos caras de Cospedal) e intentaron poner sordina a las propuestas ilusionantes y al éxito de Zapatero, hasta que el exabrupto desvergonzado, denigrante, asqueroso  del alcalde de Valladolid nos recordó entre qué gente estamos (ubinam gentium sumus?). A fecha de hoy seguimos sin conocer una sola medida de Rajoy o Cospedal, que corrija mínimamente el exceso de tan impresentable miembro relevante del Partido Popular. Seguramente la cama de Arriola sirve también para obviar y no escuchar al amigo que disparata.  Pero el pueblo sigue emitiendo su voz para quien quiere escuharlo.

1 comentario:

  1. Antonio veo que te has empollado bien el argumentario del partido. Sin embargo o hay algún "brote verde" tangible para la ciudadanía o el cambio de Gobierno será como pretender crear luz a base de juntar opacidades.
    Neudenken

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